Desde la Corriente Federal de Trabajadores expresaron el «total rechazo a la firma del Tratado de Libre Comercio TLC entre el Mercosur y la Unión Europea»
En un comunicado emitido por la organización sindical, además manifestaron:»este acuerdo comercial es una expresión actualizada de la presión que la UE y EEUU vienen sistemáticamente realizando en las negociaciones comerciales, promoviendo una apertura indiscriminada de las economías de la región y buscando las mayores garantías para la colocación de sus productos, tal como se intentó con el ALCA.
La población en general desconoce los impactos que va a tener el tratado de libre comercio Mercosur-UE porque ha sido negociado en forma secreta y sin consultar a la sociedad civil, los parlamentos ni las organizaciones populares de los sectores que se verían afectados en nuestros países.
En el acuerdo que se quiere firmar la UE obtendrá mayores aperturas y concesiones en las áreas de inversiones, compras gubernamentales, servicios -educación y salud- y propiedad intelectual. En contrapartida, incluirá en la oferta mínimas cuotas de acceso a su mercado agrícola. De esta manera, el Tratado asegura a la UE poder continuar con su política de subsidios a sus agricultores, para competir vendiendo sus productos a precios inferiores a los costos de producción -dumping- asegurando también la actividad de sus grandes corporaciones alimenticias, lo que provocará la destrucción de los pequeños productores y de las economías regionales de nuestra región. También aumentará el control extranjero sobre las cadenas agroindustriales en los países del MERCOSUR, amenazando los medios de vida de los productores locales y la soberanía alimentaria de la región.
Por lo tanto, este TLC aumentará el desempleo y las desigualdades en las poblaciones de los países de América del Sur y tendrá un impacto directo sobre la salud y el acceso a los medicamentos a través de una protección avanzada de los derechos de propiedad intelectual y las patentes farmacéuticas, así como profundizará el cambio climático y el deterioro del medioambiente. También impactará negativamente sobre el empleo, ya que el aumento de las importaciones desplazará a la producción local.
Los únicos beneficiados serán las grandes empresas del norte y la élites agroexportadores del MERCOSUR.
Para colmo, las empresas europeas podrán acceder a las licitaciones públicas realizadas por los gobierno nacional, provincial y municipal, en todo el territorio nacional, en las mismas condiciones que las empresas nacionales.
Mientras tanto, las medidas sanitarias y fitosanitarias seguirán siendo usadas por la UE para impedir el acceso de productos agropecuarios del Mercosur a su mercado.
No nos oponemos a los acuerdos comerciales, pero no aceptamos aquellos cuya implementación apunta a destruir la industria nacional, elimina puestos de trabajo, restringe el mercado interno e impacta negativamente a la calidad de vida de la población.
Un acuerdo birregional como el que vincula al Mercosur con la Unión Europea debe ser un instrumento para el desarrollo, respetando los derechos humanos, la democracia, el desarrollo sostenible y el fomento a la producción y el empleo. Debe ser un acuerdo donde la economía debe estar al servicio de los pueblos y los productores de la región y no a favor de los intereses comerciales y financieros más concentrados, y de los productores europeos exclusivamente.
Por lo tanto la idea de que «volvemos al mundo» con este acuerdo esconde que ese supuesto «retorno» no es más que un nuevo paso en la subordinación político-económica y en la primarización productiva y la concentración de la riqueza- Por eso, presentar este TLC como un logro que mejorará la vida de los argentinos y de los países del Mercosur es la gran e hipócrita farsa del mundo al revés.
Como Corriente Federal de los Trabajadores dejamos constancia de que denunciamos ya la firma de esta cuerdo y nos opondremos a él y a sus consecuencias con todas las fuerzas con que podamos contar.
